martes, 9 de febrero de 2010

FRANCIA


En una tarde lluviosa como la de hoy, sin saber cómo, ni por qué razón, mi mente ha viajado hasta París, en ese último viaje relámpago, lleno de prisas pero aprovechado. Y, sí, llovía, como esta tarde, y los cafés se llenaban de clientes ávidos de tomar el negro líquido humeante para entrar en calor...unas notas de acordeón, sí, sé que es tópico, pero juro estaban...sonaban tristes y melancólicas...a lo lejos...mientras el ruido del tráfico hacía sonar el agua caída sobre el asfalto, así, como hoy...

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